UN PUÑO LLAMADO EDUCACIÓN

Creo que ya mencione en algún otro artículo que participo en política en la universidad y en el territorio. Hace cinco años que milito, intentando comprender para que sirve la política, lo hice con un puñado de ingenuidad y otro montoncito, un poquito más grande, cargado de certezas.
Hace unos años atrás, escuché en el pasillo del Centro Universitario Moreno, la frase Universidad Nacional de Moreno, se hablaba más precisamente del “Proyecto Universidad”, era algo bastante abstracto para mi, lo veía como algo lejano, como una decisión que se tomaba en otras esferas.
Mi proceso dentro de la facultad fue mutando, pero no mutó mi forma, nunca me alejé de lo que considero la militancia más digna y gratificante, la de base.
Esa que te sostiene desde la física, todos los días en un mismo lugar, y que desde la formación política, que a su vez es formación humana, transforma cada día en un nuevo desafío, el de sostenerse en ese mismo lugar contra viento y marea.
Desde esa mesa y desde ese lugar que me ha moldeado estos cinco años, tuve la posibilidad de poner en práctica muchos conocimientos absorbidos durante mis cursadas, conceptos que hablan de construcción social de sentido, que hablan de entre aprender, de aprehender, de educación popular, de cultura, de comunicación, de horizontalidad y de tantas otras cosas.
En el 2010 la Universidad De Moreno tomó forma, pasó de ser una imagen acústica a ser una realidad concreta. Y si bien todavía no comenzó a rodar su primer año de ciclo lectivo sucedió algo en estos días que me disparó la iniciativa de sentarme a escribir.
Eso que aconteció fue el hecho de recibir a más de mil personas confiando en la Universidad de Moreno, muchos sin saber donde estaban entrando, como alguna vez entré yo, mirando las paredes, buscando información, averiguando, sin saber bien de que se trataba eso de la UNM.
Esto es sin dudas un proceso sociológico fantástico, proceso que se le estuvo negado durante cientos de años a las “periferias”, a los trabajadores y a los pobres, a los hijos de los trabajadores y a los hijos de los pobres, proceso del que me reconforta saber que soy parte.
Antes que nada soy Anti imperialista, me desesperan los manejos imperiales y monopólicos, muchos son cotidianos, naturales y sutiles, por eso celebro infinitamente esta política educativa, que tiende a desmonopolizar el saber social, esta política que quita el monopolio del conocimiento a las grandes Urbes y lo expande a lo largo y ancho del territorio nacional.
Festejo el 2011 con universidad en Moreno porque si, lo festejo como habitante de Paso del rey, como comunicador social, como hijo de trabajadores y como nieto de descamisados.
Ahora, como Peronista, lo festejo de pechito al pasto, porque soy joven y este gobierno me reconcilia con la doctrina, retoma conceptos y funda una Universidad en Moreno, sitio conocido tradicionalmente en los medios masivos, como peligroso y secuestrador.
Sin dudas hemos perdimos algunos combates contra el capital, nos sacaron con los tanques y nos depositaron en el “primer mundo”. Compañeros, todavía no sonó la campana y por suerte del rincón no tiraron la toalla, salimos a combatir de nuevo con un puño bien apretado: la Educación.

De llantos, frio y humo

Resisten las madres a un parto difícil,
resisten porque le arrancan un hijo,
resisten porque podrán abrazarlo,
besarlo, cuidarlo, mecerlo, idealizarlo

Resisten madres y abuelas de pañuelo blanco,
porque les arrasaron un hijo, un nieto,
resisten para poder besarlo,
con la certeza de la derrota, y la angustia de la esperanza

Aguantan anónimos, los cocineros de un merendero,
sonríen, en un comedor del conourbano bonaerense,
soportan, el ruído de los trenes, debajo de las vías,
los olvidados del mundo

Se suben al humo, en soledad, a la deriva
y así se sostienen los narices frías,
clamando restos, hurgando templos infectados de odio,
siendo olvidados, una vez más.

El sueño es caro en esta vida,
todos lo pagan en esta vida
el que resiste existe,
y es la existencia, la condena, de los ocultados de la historia